El resultado del trabajo realizado por la draga Pedro Alvarez Cabral fue efímero.
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Cormagdalena

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25 días duró la ‘alegría’ portuaria con el canal: otra vez restringido

Un buque ya fue desviado debido a las nuevas restricciones.

El pasado 10 de mayo el Director Ejecutivo (e) de Cormagdalena, Luis Fernando Andrade, con bombos y platillos, anunció la terminación de los trabajos de dragado contratados de urgencia por el Gobierno, para sortear la emergencia que se presentaba en el canal de acceso al puerto de Barranquilla, por el bajo calado para la navegación.

El resultado fue la remoción de 343 mil metros cúbicos de sedimentos, en 61 ciclos, en los tres sectores de dragado.

“Estamos cumpliendo con Barranquilla. Con este dragado quedamos en el canal con una profundidad de 12.19 m desde el km 0 hasta el km 2, y en el resto del canal, con una profundidad de 11, 43 m”, señaló el funcionario en su oportunidad. La inversión fue de $6 mil millones.

De inmediato, el ‘comité de aplausos’ cubrió con elogios al Director de Cormagdalena, para resaltar la labor realizada que, entre otras cosas, está dentro de la misión institucional de la entidad.

Sin embargo, la ‘alegría’ duró poco. El domingo 4 de junio (25 días después de concluido el trabajo) las condiciones del canal de acceso regresaron a las que registraba antes del dragado.

Ese día buque quedó frenado al sentir un banco de arena. La experiencia del piloto práctico y la rápida reacción de los remolcadores de apoyo lograron superar la situación una hora después, evitando que la motonave quedase encallada.

Lo inexplicable del caso es que en las batimetrías realizadas los días jueves y viernes de la semana pasada, arrojaban profundidades de 12 metros.

“Eso nos dejó muchas preguntas: ¿por qué se presenta eso si en ese sector específico las condiciones dos días antes eran de más de 12 metros de profundidad? El buque venía con características de calado de 10 metros promedio que se ajustaba a las condiciones operacionales autorizadas en su momento que era un calado de 10.2 metros”, precisó el Capitán de Puerto, CF Germán Escobar Olaya.

Por esta situación, el lunes se realizó un levantamiento batimétrico en detalles, en el cual se observa la presencia de un bajo (banco de arena) que atraviesa del tajamar oriental al occidental y tapona prácticamente el canal de acceso a la altura del punto MUZ-x6, con profundidades de 8,9, 9,1 y 9 metros.

“Esa fue la causa por la cual el buque que iba a ingresar con calado de 10 metros,se frenó”, aseguró el Capitán de Puerto.

Por ello, el Comité de Seguridad Náutica para el Río Magdalena determinó, el lunes en la noche, restringir nuevamente el calado operacional a 8 metros, para entrada o salida de buques.

“Desafortunadamente, con esta restricción ya tenemos un buque desviado, la motonave ‘Mariana’. E el buque de 10 metros que tuvo el impase el día domingo y que iba a dejar aquí 5 mil toneladas de carga”, recalcó.

Para el sector portuario la situación es preocupante, pues nadie se explica cómo, nuevamente, en 25 días, el canal navegable vuelve a quedar restringido.

¿Falta de monitoreo? ¿Qué pasa con las batimetrías? ¿Por qué no se detectó a tiempo el banco de arena que estaba atravesando la boca de tajamar a tajamar? ¿Qué pasa con Cormagdalena? ¿Por qué crece la interinidad en la Dirección Ejecutiva de Cormagdalena? ¿Se ha realizado un estudio a fondo sobre lo que ha venido pasando?

Estos y muchos más interrogantes son los que han surgido ante el eterno problema portuario.

 

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